domingo, 18 de septiembre de 2011

TRATAMIENTO DEL DIENTE AVULSIONADO


La avulsión o exarticulación, es la completa salida del diente de su alvéolo por una causa traumática como puede ser la caída de una bicicleta, un tropezón o golpes a la altura de la base de la nariz ocasionados por juegos violentos o la práctica de algunos deportes sin protector bucal.

La avulsión dental traumática es una urgencia odontológica.

Para conseguir la reinserción y fijación del diente en su alvéolo se requiere que la vitalidad del ligamento periodontal sea conservada.

En estos casos el factor tiempo, la cuidadosa manipulación y preservación del diente avulsionado en el medio adecuado son claves para el éxito del tratamiento.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN:

• Si el diente tiene caries profunda o enfermedad periodontal muy avanzada, hay fracturas alveolares múltiples, patología sistémica grave como endocarditis, tratamiento con inmunosupresores, o el diente lleva mucho tiempo en seco (varias horas) o es un diente inmaduro con más de una hora fuera de la boca, no optar por el reimplante dentario.

Se debe buscar el diente. Una vez que se lo encuentra se lo debe tomar por la corona y no por la raíz, porque de esa manera no se lastima el ligamento periodontal, que es un tejido pegado a la raíz y es el que une al diente con el hueso alveolar. Sus células pueden mantener la vitalidad de acuerdo al medio de almacenaje. El otro tejido que se daña cuando el diente es expulsado de la cavidad que lo aloja es la pulpa dentaria, la cual se necrosa por la falta de circulación en un 99% de los casos y esto obliga a su extirpación.

• Si el diente viene colocado dentro del alveolo porque lo introdujo ya el profesor/a o un familiar no se extraerá del alveolo. Solo se lavará el área afecta con suero o con clorhexidina.

• Cuando acude con el diente en la mano en seco o en saliva, leche, solución de Hank etc., solo si el aspecto del diente parece muy contaminado se lavará con suero fisiológico.
• Colocación del diente avulsionado en el interior del alveolo dentario en su posición correcta.

• Ferulización del diente afectado con los dientes adyacentes. La fijación deberá ser semirrígida mediante un material que carezca prácticamente de memoria, de modo que los dientes no estén sometidos a movimiento durante la cicatrización, así como permitir el mantenimiento de la higiene oral y que no afecte negativamente a la encía.

• La férula se retirará a los siete o diez días, excepto si hay fractura ósea, en cuyo caso se hará a los dos meses.

• Una vez conseguida la cicatrización periodontal, se procederá a la endodoncia (criterios marcados para ésta) y seguimiento radiológico periódico, (cada 2- 3 meses) para observar posibles áreas de reabsorción radicular.

• Se recomienda la administración de antibióticos sistémicos (derivados penicilínicos a dosis altas o doxiciclina a dosis habituales) mientras el diente esté ferulizado. La necesidad de analgésicos se valorará según las circunstancias personales.

• Además de informar al o a la paciente de la importancia de la higiene oral, se prescribirá un colutorio de hexetidina.

• Hay que valorar la profilaxis antitetánica si han pasado más de cinco años desde la última vacuna.
INSTRUCCIONES PARA EL PACIENTE O LOS PADRES.

Una buena cicatrización después de una lesión a los dientes y tejidos orales depende, en gran parte, de una buena higiene oral. Es importante que los padres entiendan la importancia de una higiene correcta para el buen pronóstico del diente traumatizado. Para prevenir la acumulación de placa y restos alimenticios se sugiere cepillar los dientes con un cepillo suave después de cada comida y enjuagarse con clorhexidina 0.1% dos veces al día durante dos semanas.

Ante la aparición de posibles complicaciones como abscesos, fístulas o cambios de coloración el paciente debe ser visto, lo antes posible, por su odontopediatra.

SEGUIMIENTO.

Es importante el seguimiento del paciente que ha sufrido un traumatismo hasta que el diente permanente haya erupcionado, por lo que siga las indicaciones de su odontopediatra.

En primer lugar, se realizará un primer control donde se podrá apreciar la cicatrización de las lesiones mucosas y practicará un examen clínico. En las lesiones del ligamento periodontal, se llevará a cabo un nuevo control para comprobar que no exista movilidad y que el diente se haya reposicionado.

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