jueves, 5 de enero de 2012

EL PACIENTE ESPECIAL EN ODONTOLOGIA

Un paciente especial es aquel que presenta signos y síntomas que lo alejan de la normalidad, sean de orden físico, mental o sensorial, así como de comportamiento.

Y que, para su atención odontológica exige maniobras, conceptos, equipamiento y personal de ayuda especial, con capacidad de atender las necesidades que estos generan.
Escapando de los programas y rutinas estándares que se llevan a cabo para el mantenimiento de la salud bucodental de la población.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, dos terceras partes de la población portadora de deficiencias no recibe atención bucodental alguna.

Y aunque los porcentajes estimados de población con discapacidad varían de una localidad a otra, los aspectos de salud integral para este grupo poblacional no incluyen su rehabilitación bucodental
El desconocimiento de los problemas bucodentales de los pacientes especiales, asociados a sus propias reacciones emocionales, las de sus familiares, así como las del profesional, crean e incrementan las barreras en el acceso a los servicios de atención.

Profilaxis de la endocarditis bacteriana:
Se hace en todos los pacientes con cardiopatías congénitas cianóticas y no cianóticas, previniendo las bacteriemias que podamos provocar en procederes estomatológicos, como son tartrectomías, exodoncias, tratamientos pulpo radiculares y cirugía periapical.

Tratamiento odontológico en paciente con:
Hipertensión arterial:
El uso de vasoconstrictores aumenta la tensión arterial por lo tanto usar anestesia sin vasoconstrictor, o Difenhidramina es lo indicado.
Taquicardias paroxísticas:
De 200 pulsaciones por minutos o más, no usar anestésicos con vasoconstrictores.
Fiebre reumática:
Sin secuelas no se usa premedicación antibiótica.
Si hay soplos hay que utilizar antibióticos.
CITA INICIAL:
Se recomienda que durante la primera visita se realice una evaluación de la capacidad del paciente para cooperar, un examen bucal, historia clínica y recomendaciones de los padres.
Se debe evaluar también el grado de cooperación de los padres y es muy importante tratar los planes para el tratamiento futuro.
Prevención en Discapacitados:
La prevención es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta para asegurar una buena salud bucal de cualquier paciente.
Un programa preventivo eficaz es de gran importancia para una persona discapacitada, y aún más para un niño con este impedimento, debido a factores sociales, económicos, físicos y médicos, que hacen difícil una buena atención odontológica.
El odontólogo debe percibir la problemática del individuo en particular y formular un plan individual, así como transmitir a los padres y al paciente como debe llevar a cabo tal programa.
La mayoría de los pacientes incapacitados requerirán de la supervisión de los padres o sustitutos.
Existen tres componentes esenciales en un programa preventivo:
• Reclutamiento: parte del programa que alerta al padre o al supervisor institucional acerca de las necesidades cotidianas en higiene bucal del discapacitado.

• Educación: el programa educacional debe hacer hincapié en los puntos sobresalientes de la salud bucal y su mantenimiento que posibiliten al encargado el realizar las técnicas de fisioterapia bucal particular en el hogar.
• Seguimiento: se incluye este punto para vigilar el estado de salud dental del paciente y su calidad fisioterapéutica hogareña diaria.
La técnica de cepillado para pacientes discapacitados debe ser eficaz pero sencilla, y la más recomendada frecuentemente es el método horizontal.
La dieta es esencial en el programa preventivo, y debe ser evaluada repasando un estudio de ella con los padres, entendiendo que cada caso en particular necesitará una dieta con características independientes para cada paciente.
Las terapias con fluoruros se pueden implementar al igual que con pacientes normales, así también técnicas de prevención como sellado de fosas y fisuras, el cual es muy útil y conveniente.

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